Tardes soleadas, lluvias desde cerca de la medianoche hasta casi el mediodía siguiente y bastante nubosidad por las mañanas. Esta ha sido la característica del clima en esta semana, lo que según el técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), Augusto Cazorla, es propio de la temporada invernal.
El técnico, que labora en el centro regional del organismo en Guayaquil, anuncia además que desde hoy hasta el próximo martes se prevé que las lluvias “se incrementen a nivel continental, todo lo que es la parte centro y sur de América, todo lo que corresponde al territorio ecuatoriano”. Agrega: “A finales de enero, las precipitaciones aumentarán tanto en su intensidad y frecuencia”.
Durante esta semana, las lluvias mañaneras han causado inconvenientes, no solo por el anegamiento de calles que provoca caos en el tránsito, sino que ha incidido en las actividades comerciales, productivas y educativas.
Asimismo, el temporal ha afectado la operación del aeropuerto local José Joaquín de Olmedo, que el miércoles pasado debió cerrar sus operaciones por tres horas, lo que obligó al desvío hacia Manta de cinco vuelos que debían aterrizar en el aeródromo local, además del retraso de otros nueve vuelos.
Esta situación se da, según las autoridades de Aviación, por la poca visibilidad debido a la bruma o densa nubosidad.
Cazorla refiere: “En términos generales, lo que nosotros estamos viendo son condiciones de nubosidad, claro que también están presentes las brumas y más que todo eso se ve en la mañana. Pero para nuestro pronóstico nosotros no estamos poniendo eso. Es nubosidad que seguirá específicamente en la mañana y en horas de la tarde se despeja un poco”.
En cuanto a las temperaturas, en Guayaquil estas bordean entre los 29 grados la máxima y 23 grados la mínima.
Durante la mañana de ayer, entre las 06:00 y 09:00, se registraron lloviznas en diferentes zonas del norte, centro y sur de la ciudad. Esto ocasionó congestionamiento vehicular y, por consiguiente, retraso en los trabajadores de varias empresas.
“Salí temprano de mi casa, en la Ferroviaria, y cogí taxi para llegar a tiempo a mi trabajo, en el centro, pero ni aún así ya estoy tarde”, dijo Ximena Gómez, quien tenía 20 minutos de retraso a las 08:20.
Pero los menores son los más afectados con el temporal, ya que acuden a clases mojados o húmedos a las escuelas. “Ni porque uso paraguas para llevar a mi hijo, igual se moja los pies y así pasa toda la mañana, por eso ya está con gripe. Y hasta que no se recupere y deje de llover no voy a mandarlo a clases”, comentó Narcisa Peralta, habitante del Guasmo sur.
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